Empezaremos el post respondiendo a la pregunta: NO.
En varios medios ha salido publicado que las grandes empresas sólo pagan un tipo efectivo en el Impuesto de Sociedades del 7,3%, cuando el tipo nominal de este tributo se encuentra actualmente en el 28%. La noticia, así dada, crea un lógico enfado en el ciudadano. Un enfado que se acrecienta cuando economistas supuestamente preparados difunden la verdad a medias (es decir, la mentira) por las redes sociales. Este es el caso de Alberto Garzón, diputado y candidato número uno a las próximas elecciones generales por Izquierda Unida.
¿Y por qué decimos que no es verdad lo que dice el diputado en su tuit? Muy sencillo: el cálculo del que se deduce que las grandes empresas pagan el 7,3% de tipo efectivo tiene en cuenta TODOS los beneficios generados por la empresa. Como la mayoría de las grandes empresas de las que habla el artículo (en realidad habla de grupos consolidados, que no es sinónimo exacto de grandes empresas) son multinacionales que operan en varios países, ya han tributado en el extranjero por los beneficios generados en él y, para evitar la doble imposición internacional, son eximidos de pagar por esos beneficios en España. No es que reciban un trato de favor, sino que es completamente ilegal cobrar dos impuestos por un mismo hecho imponible, en este caso, por la obtención de unos beneficios. Igual que no se puede cobrar dos veces el IVA por la compra-venta de un mismo artículo, no se puede cobrar dos veces el Impuesto de Sociedades por la obtención de unos mismos beneficios.
Por este motivo, cuando la empresa liquida el impuesto en España sólo lo hace por los beneficios efectivamente generados en España, aunque para el cálculo del tipo efectivo (el famoso 7,3%) se tengan en cuenta TODOS los beneficios del grupo consolidado, con independencia de dónde hayan sido generados.
Dado por supuesto que el de Málaga ha leído la noticia que enlaza en su tuit, donde se explica esto tan sencillo aunque dejen la sombra de la duda con el titular, sólo queda pensar que el diputado tiene la intención de, a través de la mentira, propagar bulos que incendien el ánimo de los futuros votantes el 20 de diciembre.